Con 50 años de edad y luego de más de quince largos años de cruel e injusto encierro, próximamente regresa a la patria Fernando González Llort, el segundo de nuestros Cinco Héroes.
Por Waldo Barrera Martínez
Luego de cumplir quince años, cinco meses y quince días en prisión, con 50 años de edad, el próximo el 27 de febrero, Fernando González Llort, uno de nuestros cinco luchadores antiterroristas, será transferido de la penitenciaría federal del estado de Arizona, donde se encuentra, a una cárcel de inmigración en espera de su deportación a Cuba.
Su abogado, Ira Kurzban, declaró el martes pasado que la Oficina Federal de Prisiones había establecido esta fecha para su puesta en libertad. Fernando, quien cumple una sentencia extremadamente desproporcionada de 17 años de prisión, dictada por un tribunal claramente amañado y manipulado, fue acusado de conspiración, no registrarse como agente extranjero y utilizar documentos de identidad falsos.
El período de espera dependerá de cuan rápidamente el gobierno de Estados Unidos procese la deportación, que no debe ser mucho tiempo, según manifestó Kurzban.
Fernando González, fue inicialmente sentenciado a 19 años de prisión, pero luego de un largo proceso, el 8 de diciembre de 2009, la Corte de Distrito de Miami, según disposición del Onceno Circuito de la Corte de Apelaciones de Atlanta, modificó la sanción a 17 años más 9 meses en prisión.
Gracias a su buena conducta, será liberado ahora algo más de dos años antes de expirar la condena porque ciertamente el sistema legal de ese país no puede retenerlo por más tiempo tras las rejas.
Antonio Guerrero, el próximo en cumplir, lo hará en 2017; no obstante, deberá permanecer otros cinco años más en ese país bajo libertad supervisada. Por lo tanto no podrá regresar a su país hasta 2022
Ramón Labañino, deberá ser liberado en 2024.
Gerardo Hernández, por su parte, condenado a cadena perpetua, solo podría retornar a la patria dentro de un ataúd.
Es momento entonces de redoblar los esfuerzos de todas las personas amantes de la justicia en el mundo para mover a la opinión pública y derribar el muro de silencio y las campañas de desinformación que la gran prensa ha levantado en torno al caso para que el pueblo de ese país conozca la verdad e impulse a su gobierno a decretar el indulto de nuestros hermanos.