Por otro lado, el destacado luchador por los derechos humanos, quien ha dado una dura batalla por la excarcelación del expresidente brasileño Luis Inacio Lula Da Silva, resaltó que durante su reciente visita a la cárcel de Curitiba, donde permanece detenido, lo vio fuerte pero indignado.
Lo que pasa en Brasil está pasando en toda la región, están destruyendo la Unasur, la Celac, el Mercosur, para recolonizar los países dependiente de Estados Unidos, dijo.
Estuvimos 45 minutos conversando junto al exvicecanciller Celso Amorim. El golpe a Dilma Rousseff fue para sacar del medio a Lula. El está indignado y nos dijo que quiere que se le reconozca su inocencia porque no ha cometido ningún delito y tiene derecho a servir a su pueblo, sostuvo. Hay que seguir trabajando por su liberación, agregó el premio Nobel de la Paz 1980, quien relató que hablaron con la presidenta del Superior Tribunal Federal en Brasilia y le explicaron que Lula es un preso político, no un corrupto.
Lo mismo quieren hacer con los expresidentes Rafael Correa (Ecuador) y con Cristina Fernández (Argentina), concluyó.