Quiero contarles algo que nunca he contado. El 23 de junio del 2001, ya dentro de la prisión de Estados Unidos, pudimos tener una pequeña radio desde la cuál escuchamos el discurso de Fidel en La Habana: “Nuestros héroes tendrán que ser liberados. La enorme injusticia cometida contra ellos será conocida por el mundo entero. […]
a través de Hablar de Cuba es hablar de Fidel —