Cuando allá por 1991 la URSS se hubo derrumbado, la contrarrevolución y el imperio que la alimenta dieron por hecho que a Cuba socialista solo le quedaban días para que le sucediera lo mismo. En Miami, los gusanos comenzaron a preparar las maletas para regresar “triunfantes” a la tierra que abandonaron porque la Cuba […]
a través de El día que Fidel se fue y se quedó para siempre entre nosotros —