Hace unos años —en 2003— tuve la ocasión de conocer a una señora que me causó una muy buena impresión. Me la presentó mi amigo Osmany una tarde de cálido noviembre. Fue en su casa donde la conocí, y, cuando aquello, acababa de llegar de un viaje a Estados Unidos. Ella, activa y consecuente revolucionaria […]
a través de Donde la vida de millones de personas no vale nada (una mirada desde Cuba hacia los EE.UU.)