Algún «jodedor cubano», de los que tenemos suficientes como cadenas genéticas, decía por estos días que los noticiarios nuestros le estaban resultando muy «apetecibles» en medio de la pandemia, porque favorecían una sorprendente variedad de situaciones dramáticas, desde las más amorosas y sublimes hasta las más sórdidas. Zanjó su ironía aduciendo que era como si […]
a través de Delitos y Periodismo en Cuba: ¿caso cerrado? —